Alicia atravesó el cristal. Al otro lado pudo observar, enjaulado, un conejo blanco sujetando un reloj con su pata derecha. Allí estaba también el gato de Cheshire, que como si fuera un mago, despareció de su vista en menos de lo que dura un instante. También pasó ante sus ojos la malvada reina de corazones, exhibiendo su cuerpo desnudo, con, al menos, un par de hombres agazapados bajo el raso. Y el sombrerero loco, mirándola a través del cristal de su sombrerería, con las manos en la sien, y esa boca enorme abierta, como de espanto, ése fue el último ser que vio antes de golpear violentamente su cuerpo contra el suelo, no pudiendo reprimir la sensación de que la próxima fiesta a celebrar, sería la de su nocumpleaños.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
4 comentarios:
Maite, si Lewis Carrol viviera tendría que aceptar que tu título es más indicado que el suyo.
Chapó!!!
MA-RA-VI-LLO-SO. Espléndido. Me encantó. Ya te lo había leído antes por ahí. Y ya en su momento me pareció un relato genial.
Enhorabuena.
Un abrazo
Sigo pensando que me gusta y que Alicia se debería plantear dejar de mezclar pociones...
Un abrazo y feliz no-cumpleaños
Precioso final de funeral chino antiguo.
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