- Era un clon de La Bella Durmiente, doctor, pero no respondía a mis besos. Estoy mal, no entiendo nada. Ella es mi princesa. No comprendo- insistía Damián angustiado incorporándose del diván.
- A ver, príncipe Damián, solicite a su majestad la Reina que salga de nuevo y volvamos al momento de la manzana.
muuuuuuuy bueno!!!! Felicitaciones Isabel!
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ResponderEliminar¡Fantástico, un principe impotente!. Genial y divertido.
ResponderEliminarYo tengo tambien una bella durmiente rarilla.
Brillante. Despierta a cualquiera.
ResponderEliminarSin dudas, uno de mis favoritos. Gran micro Isabel
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