Estaba aturdido, por lo que no reconoció a Otelo en aquel moro de lujosa vestimenta. Tampoco a Dorian Gray en el viejo sembrado de arrugas que le preguntó por su retrato. Fueron las batallitas que contaba aquel loco de la palangana en la cabeza lo que restableció su memoria. Recordó que había muerto, hacía ya algunos párrafos, a manos de su autor.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
jueves, 24 de marzo de 2011
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
7 comentarios:
Me ha gustado mucho Pedro.
Te felicito por el texto, me apunto tu sitio para visitarte.
Si quieres pasar por el mio es este Que no me canso deser
Un saludo
Gracias, Sucede. Estas invitado a mi blog y cuenta con mi visita al tuyo. Un abrazo.
Muy bueno. El fantasma de un personaje que se resiste a marcharse. Me gustó.
Besitos
Sara
ESto si es viajar en el tiempo. ¡Que arte!
El autor siempre tiene el destino en su futuro...
Bicos Pedro
Muy bueno, Pedro. Incluso los personajes pueden tener sus fantasmas.
Fantasma de fantasma, la sombra de una bruma.
Abrazos
Sara NY: Uno más de los fantasmas que pueblan nuestros escritos. Besos.
MA: Todo un viaje literario. El arte reside en esos personajes inmortales que nacieron de una mente y una pluma. Un abrazo.
Carmela: En ese caso, todos somos autores. Bicos.
Patricia: "La sombra de una bruma", qué imagen tan poética. Podría ser el título de una novela de Carlos Ruiz Zafón. Abrazos mil.
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