Durante meses mantuvieron con vida artificial a su esposa, clonada hacía hoy un año. El clon ya está listo para respirar solo, necesitamos su autorización. ¿Qué está ocurriendo? Necesito pensar con claridad. Dos firmas, dos mujeres, dos vidas, dos muertes. Teresa, Teresa.
Hace un año, no pude imaginar mi vida sin ti, la terrible llamada que me comunicaba tu accidente, el coma, la desesperación, no hubo indecisión en aquella firma. Pero hoy es difícil, día tras día hablando con tu cuerpo inerte, cuidándolo, moviéndolo, curando sus laceraciones, masajes, caricias. Un año en el que te lo he dejado todo, mi tiempo, mi amor, mis secretos, mis arrepentimientos, mis ilusiones, las andanzas de los niños, mis dificultades, mi día a día. Teresa, Teresa.
Necesitamos su firma. Teresa, Teresa. ¿Le ocurre algo? Teresa, Teresa. ¡Rápido, está en parada! Teresa. ¿Qué, mi amor?
Una maravilla de relato aunque no deja de parecerme que es injusto tener que pedirle a alguien su autorización para clonarlo.
ResponderEliminarMuerto el muerto, viva el clon.