domingo, 9 de enero de 2011

Un poeta

- Una semilla en esta tierra desolada – dice antes de escupir.
El sargento es un poeta. Capaz de matar sin mancharse las manos y comer después sin arcadas.
Él es metáfora de la guerra y procura excusas a nuestro miedo a base de frases estúpidas.
Nos mantiene apretando el gatillo, disparando contra sombras en la distancia, quizá matando golpes de viento o bolsas de plástico que giran en el aire entretenidas por servir como diana.
Dejamos el suelo lleno de casquillos de bala y seguimos andando.
Sembramos semillas de acero para una vida mejor.
Plantamos al menos la muerte, dice él, donde nadie quiere plantar nada.


7 comentarios:

  1. Gran relato, estremecedor pero lleno de vida, de angustia de muerte y de poesía.

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  2. Muy buen relato. Es imposible quedarse impasible ante este tratado de estudio del comportamiento y la autoridad.
    La muerte estaba ya sembrada, por eso nadie se atreve a plantar nada.

    Un abrazo

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  3. Plantar muerte donde nadie quiere plantar nada, por desgracia es un relato muy real.
    un saludo

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  4. (Agradezco vuestros comentarios y críticas.

    Un saludo).

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  5. Ya deberían eliminarse mundialmente estos desperdicios de nuestros impuestos, en mantener gente así y su equipamento.

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  6. Buen relato, sobre la tragedia de la guerra. La muerte sin sentido me deja sin palabras

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  7. Impresionante la comparación y lo bien hecho.
    Biquiños.

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