jueves, 23 de diciembre de 2010

Última diversión.

El octogenario pasó horas sentado en el banco del parque, desde poco antes de que los chorros de la fuente empezaran a brotar. Iban apareciendo grupos de personas dedicadas a sus cosas y no le prestaban mayor atención. Mientras, el viejo miraba fijamente los hilos de agua entrelazándose delante de él. Algo pasó y los hombres, mujeres y niños fueron quedando pasmados por lo que veían. El anciano se había despojado de toda la ropa y en ese momento estaba desnudo en posición como si fuera un velocista a punto de tomar la salida. No pasaron dos segundos cuando ya corría a la velocidad que le permitían sus achacosos huesos. En el borde de la fuente, dio un salto, capuzándose en su seno. La gran salpicada dejó empapados a la mayoría de espectadores cuyas caras estupefactas contrastaron con la gran alegría del viejo. Aprovechó en nadar todo lo que pudo en la escasa profundidad ya que tenía cronometrado el tiempo de diversión.

Torcuato González Toval.

12 comentarios:

  1. Aproveche mientras pueda, buen hombre!
    Un abrazo, Torcuato!

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  2. Cuando sea vieja será una vieja peleona y querré hacer locuras; pero ya veremos. Por eso me da envidia tu octogenario. ( Y qué frío!)
    Un beso.

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  3. Si no lo puede hacer un octogenario, entonces quién?
    Bueno. Un abrazo.

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  4. Felicito a todo el grupo de escritores y al octogenario por su refrescante manifestación de libertad.
    Igualmente felicito a Torcuato por ésta historia que apoya el nudismo.
    Cada generación va lentamente avanzando en cuanto al aumento de desnudez en la playa, quizás la próxima generación haga caer en razón de que no hay de que avergonzarse del cuerpo humano.

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  5. Todos tenemos derecho a cinco minutos de alocada diversión, haber vivido 80 años ya es casi una proeza, y tener la valentía de hacer algo que quizás deseaba desde niño es encantador, esperemos que no le pongan preso :)
    Feliz navidad!

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  6. Y entonces fué feliz, y le llamaron loco...

    Abrazos cuánticos...

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  7. Y se sintió ¡por un momento, cronometrado, feliz!...

    ¡Qué bueno!.

    Un abrazo, me he imaginado la historia y me he emocionado. ¡Qué pocos momentos alegres tienen muchos de nuestros ancianos!.

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  8. Auxilio!! mi madre ha leido este relato y se me ha escapado a la plaza...y hay una fuente...

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  9. Bueno, yo espero que no sea la última vez. Me hizo sonreír este micro.

    Besos a pares.

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  10. Creo que a más de uno, (ese soy yo) se le habrá ocurrido hacer eso, al menos por una vez.
    Bien relatado.

    Perdona, pero, ¿Como se puede participar con algún microrrelato por aquí?

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  11. Qué ternura me produce el abuelo, me parece un micro encantador. Espero ser así si es que llego...

    Un abrazo

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