Aquella noche comenzó su transformación. Hecho un flan se rasuraba el cuerpo mientras pensaba que debía haber formas mejores de depilarse sin montar esa escabechina. Eliminó hasta el último vello, se embadurnó de crema y se puso la ropa, primero la interior, después falda, camisa… Se maquilló como pudo, se colocó el pelucón y se miró en el espejo. Iba hecho un adefesio pero debía continuar. No lo hacía por sentirse preso en un cuerpo equivocado, ni por disfrutar de una doble identidad. Desde que supo que ella salía con una mujer estaba dispuesto a todo para no perderla.
Miguel
Amor u obseción? Caramba que llegó lejos.
ResponderEliminarMe gustó tu idea y me gusta la limieza de tu prosa Miguel
Un abrazo
Disuesto a todo... a costa de que?
ResponderEliminarMe gusta.
Abrazos
El amor y sus locuras...a mi también me gustó.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy chistosa variante de Tootsie en micro.
ResponderEliminarMiguel, te lo había leído en el blog y ya entonces me pareció genial. Ahora todavía brilla más. Un abrazo.
ResponderEliminarY ella reconocerá el esfuerzo? Y, aunque lo reconozca, lo admitirá a su lado o preferirá una mujer de verdad?
ResponderEliminarPatricia creo que es amor, qunque no se sabe si hay que llegar a esos extremos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Su supongo que dispueso a todo con tal de recuperar el amor perdido, aunque es cierto que a veces es mejor olvidarse de lo perdido ya que si no te quieren no merece la pena seguir.
Carlos de la Parra no caí en Tootsie pero bueno, podemos relacionarlo.
Gracias Maite por tus palabras, no siempre se gana con el tiempo.
Luisa Hurtado eso lo dejamos para la segunda parte de la historia. Mientras tanto que cada cual se imagine la suya.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
¡Qué bueno!.
ResponderEliminarYo creo que el amor (entiendo de pareja) cuando no es correspondido no es amor... Mejor es dejarlo correr.
A propósito, alguien sería tan generoso de decirme qué hay que hacer para publicar aquí un relato.
ResponderEliminarGracias de antemano.
Towanda en cuanto a tu primer comentario creo que tienes toda la razón, si no ves correspondencia para qué seguir.
ResponderEliminarEn cuanto al segundo comentario te recomiendo que hables con Torcuato. Busca su nombre por la lista de autores y a ver qué te cuenta.
Saludos
Vaya Miguel, hasta donde ha llegado tu relato. Me hizo pensar un poco. Quizá capricho o quizá egoísmo, no se aun mi punto de vista.
ResponderEliminarAbrazos vagabundos.
Ya lo había leído, pues te sigo, y me pareció la sumisión mas grande der mundo mundial a un amor imposible.
ResponderEliminarBiquiños sin pelucón.