miércoles, 29 de diciembre de 2010

Cuando el roce no hace el cariño

Tras cuarenta años trabajando Marcelino consiguió jubilarse. Solterón empedernido, ya nada le ataba para hacer todo cuanto se le antojara. Por eso sus amigos no entendían por qué cada mañana viajaba a Madrid y en plena hora punta se metía en el metro sin destino alguno. Cuando le preguntaban él contestaba escuetamente que estaba descubriendo placeres que hasta ahora le eran desconocidos. Una tarde volvió con un ojo morado, días después fueron el labio y el otro ojo los que volvieron renqueantes. Fue así como todos comprendieron que los placeres que encontraba gratis su cuerpo los pagaba bien caros.

Miguel

9 comentarios:

  1. Hay algo que se me escapa. ¿Se metía en el metro sin destino alguno pero....durante días volvía magullado? ¿No sabía donde se metía y no aprendía la lección? ¿Sabía dónde se metía y le gustaba que le pegasen? Y ¿por qué tuvo que esperar toda la vida para proporcionarse placeres que al final encuentra gratis?
    Voy a esperar a que me ilustren los compañeros. Pero mientras me quedo pensando, ¿vale?

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  2. Buen relato y buen título, es la clave para entenderlo todo.
    Un abrazo

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  3. Excelente microrelato, un inteligente planteamiento.
    Con cariño y roce ninguno, Me quedo aquí...

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  4. Me ha gustado aunque pobre hombre
    Un saludo,

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  5. Yo interpreto que este Marcelino era de los que les gustaba arrimarse "demasiado" en el metro, aprovechando las horas punta... Entonces era un poco guarr****?.
    ¿Me equivoco?.

    Me ha dejado con suspense.

    Un abrazo.

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  6. Luisa hurtado ahí van las respuestas.

    1.Sí se metía en el metro sin importarle a dónde iba pero de esos viajes volvía lastimado.
    2.- Hay algunos que no aprenden ni a fuerza de palos. Este es un claro ejemplo.
    3.- Al principio, con el trabajo, no podía ir al metro que es uno delos lugares donde mejor podía satisfacer sus necesidades.

    Espero que con estas respuestas y las de los otros comentaristas te haya quedado más o menos claro. Si no es así, aquí estoy.

    Gracias por tu aportación.

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  7. Bicefalepena en efecto el título puede dar una idea de la situación.

    Sergio mejor sin roce. Se agradecen tus palabras.

    Javier Domingo hay gente "pa tó".

    Towanda los has "clavao"

    Saludos para todos.

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  8. Hay muchos Marcelinos en el Metro de Madrid...

    Un abrazo y ¡me alegro! de haber dado en el clavo y no parecer "mal pensada".

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  9. Pues no digo yo que el Marcelino se aburra pero muy listo no le veo........
    Un saludo, ah, el relato muy bueno.

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