sábado, 11 de diciembre de 2010

AMANECER DE CONFIDENCIAS

No pensé que fuera tan honrado el cocodrilo. Apenás dejó su cama hecha, fue a contarle sus sueños a la débil piraña. En ese momento soltó sus lágrimas. La piraña sin embargo eructó.

9 comentarios:

  1. Es que todos sabemos lo sensibles que son los cocodrilos :) pero a las pirañas las conocemos poco, ya sabemos al menos que no son muy educadas que digamos, me encantó tu escrito, es divertido :)

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  2. Que más podía hacer ante lágrimas de cocodrilo.

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  3. Está divertido, sobre todo porque el final lógico hubiera sido que eructara el cocodrilo así que.. desde luego.. si es honrado! Un besito

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  4. ¡Vaya cambio de papeles!. Un cocodrilo sensible y una piraña maleducada... Bueno y breve.
    Felicidades.

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  5. Encantadoras confidencias... espero que cuando le llore a alguien no me eructe en la cara ;)
    Me encanta que el cocodrilo haga la cama.
    Un beso Adivín

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  6. Tal parece que las lágrimas de cocodrilo merecen el desprecio hasta de las pirañas. Y sin embargo este a mí me suena sincero...

    Un beso Adivín.

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  7. Pobres lágirmas de cocodrilo, nadie les hace caso. Muy divertido el final, no me esperaba el eructo de la piraña.

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  8. Simpático el relato y muy original.
    Bicos muchos.

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  9. Muy divertido. La naturaleza es muy sabia y la piraña muy rápida: no se puede luchar en su contra.
    Un abrazo

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