No pensé que fuera tan honrado el cocodrilo. Apenás dejó su cama hecha, fue a contarle sus sueños a la débil piraña. En ese momento soltó sus lágrimas. La piraña sin embargo eructó.
Es que todos sabemos lo sensibles que son los cocodrilos :) pero a las pirañas las conocemos poco, ya sabemos al menos que no son muy educadas que digamos, me encantó tu escrito, es divertido :)
Es que todos sabemos lo sensibles que son los cocodrilos :) pero a las pirañas las conocemos poco, ya sabemos al menos que no son muy educadas que digamos, me encantó tu escrito, es divertido :)
ResponderEliminarQue más podía hacer ante lágrimas de cocodrilo.
ResponderEliminarEstá divertido, sobre todo porque el final lógico hubiera sido que eructara el cocodrilo así que.. desde luego.. si es honrado! Un besito
ResponderEliminar¡Vaya cambio de papeles!. Un cocodrilo sensible y una piraña maleducada... Bueno y breve.
ResponderEliminarFelicidades.
Encantadoras confidencias... espero que cuando le llore a alguien no me eructe en la cara ;)
ResponderEliminarMe encanta que el cocodrilo haga la cama.
Un beso Adivín
Tal parece que las lágrimas de cocodrilo merecen el desprecio hasta de las pirañas. Y sin embargo este a mí me suena sincero...
ResponderEliminarUn beso Adivín.
Pobres lágirmas de cocodrilo, nadie les hace caso. Muy divertido el final, no me esperaba el eructo de la piraña.
ResponderEliminarSimpático el relato y muy original.
ResponderEliminarBicos muchos.
Muy divertido. La naturaleza es muy sabia y la piraña muy rápida: no se puede luchar en su contra.
ResponderEliminarUn abrazo