martes, 2 de noviembre de 2010

Sueño recurrente

No sabe exactamente cuándo comenzó, no puede hacer la cuenta de cuantos años lleva despertándose todos los días exaltada a causa del mismo sueño, un sueño que es su agónico gran secreto, por lo espantosamente real, por lo macabro del acto que ejecuta en él. Noche tras noche asesina a su marido, le pone encima la almohada y la aprieta con fuerza, con firmeza sobre el indefenso rostro, y con un terrible disfrute espera a que su amada víctima deje al fin de luchar. Justo en ese momento, justo cuando se imagina el suspiro final ahogado por la almohada homicida; a la misma hora, que se repite como en un bucle, exactamente a las cinco y treinta y seis de la mañana; es cuando sudorosa y exhausta, cada día, se despierta María presta a preparar el desayuno de su amado.
Hoy por fin María tiene la certeza de que no volverá a tener ese horrible sueño, hoy a las seis y quince de la mañana sólo ella pudo escuchar el despertador de Antonio.





David Figueroa.  http://relatosenlinea.blogspot.com/

10 comentarios:

  1. Buena forma de acabar con la pesadilla!
    Un relato asfixiante, muy bien llevado David.
    Un abrazo

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  2. Una contundente terapia para combatir el T.O.C. aunque imagino que no convalidada por la psicología tradicional.

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  3. El divorcio trae menos consecuencias que el asesinato.
    Plan B: Poner el despertador más temprano.
    ¿Qué es lo que tienen los relatos de crimen que atrae a muchos a su lectura?
    ¿Somos acaso parcialmente monstruosos con morbosa contemplación del mal?
    ¿ O es en sí lo que atrae a la lectura el presenciar la muerte?
    ¿Dá ésto algún fruto maligno o solo entretiene?
    ¿O acaso como escritor basta que seamos un retratista que transmita de forma interesante?
    Surgen así preguntas sin fin con éste relato tan impactante.

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  4. Gracias, Anita, espero que no lo tomes como lección para acabar con las pesadillas... ;)
    Un abrazote.

    Dr.Krapp, pues sí, no es una terapia aconsejable, gracias por pasarte.
    Un saludo.

    Carlos, me gusta tu plan B.
    Buf, qué buenas preguntas!
    Si algún día averiguas las respuestas me avisas!
    Un saludo

    David.

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  5. jaja..que bueno !
    ya tardaba la pobre chica...

    el morbo, la línea que traza la diferéncia entre el bien y el mal, lo obsesivo, lo aceptado y lo prohibido...

    saludos

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  6. Hola, soy Antonio, me aseguraré de que ahora sueñe lo mismo...pero al revés.

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  7. Lo mato? me he perdido...ains.
    Hoy estoy lela, me lo explicas?
    Bicos.

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  8. Los caminos de la locura son insondables y tortuosos...
    Suena bíblico eso de los sueños proféticos.
    Muy buen microrrelato.
    Un abrazo

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  9. Íngrid, gracias.
    Bueno, la muerte es parte fundamental de la vida, es el fin de la vida (tangible por lo menos) y creo que es normal terminar relatos con la muerte. También pienso que no es morbo cuando es ficción. Qué es el bien y qué el mal? Es excitante sentirnos identificados con un asesino...
    Un abrazo.

    Antonio, dónde estás? qué fue de ti en realidad?
    Un abrazo.

    Carmela, el micro no te lo dice, te lo insinúa, dependiendo del lector la insinuación es más o menos directa, también caben otras posibilidades, como la muerte natural, o simplemente el abandono, a lo mejor no está muerto sino en coma en el hospital...
    Un abrazo.

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  10. Quién sabe si María estaba recorriendo esos caminos, Bicefalepena, o los de la lucidez.
    Un abrazo.
    David.

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