lunes, 15 de noviembre de 2010

"Nimbo"

Era enorme y bueno. Trabajaba y residía en un taller mecánico. Entre sus pertenencias figuraban un colchoncito con cotín engrasado como él y unas frazadas asquerosas. Dos gatos dormían a su lado. Cocinaba huevos y sopa y se calentaba mate cocido con una garrafa. A los chicos del barrio les producía curiosidad. Un día, ese hombre que se trasladaba bamboleándose, que sonreía y silbaba, que apretaba con los dientes un toscano, ese hombre de paz, muerto, apareció nimbado, semi-empotrado en un pilar, inapacible, limpio, con alígero nimbo de barniz selenita.



Rolando Revagliatti
http://rolandorevagliatti.blogspot.com

______________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.