
Cuando ella murió el mundo de él parecía desmoronarse. Aprisionado por el dolor su mente no comprendía la repentina partida. Desaliento.
Con el corazón destrozado frente al ataúd la miró, se despidió. No fue un adiós sino un hasta luego. Segundos antes de sepultarla puso bajo la mano de ella una carta.
La carta, la carta estaba vacía. En ella prometía algún día alcanzarla y así juntos escribir sobre aquel papel los versos más hermosos de la futura eternidad.
Espera, aquel hombre sólo espera el día del tan anhelado reencuentro, día en que comenzará a escribir la más bella e inimaginable de las historias.
¡Qué bonito!parece cumbres borrascosas.Lástima,que como ando un poco decepcionada con el maor,no me creo que un hombre pueda llegar a hacer tales cosas por una mujer.
ResponderEliminarMaldito disney!cuánto daño nos hiciste con los cuentos de las princesas!
Me parece una pura búsqueda de tristeza.
ResponderEliminarUna espera desesperanzada que es la que le hace seguir vivo.
Un abrazo
Seguro será la más bella historia :) Muy bonito Daniel.
ResponderEliminarS: No perdamos la esperanza, no piensen que todos los hombres somos así. Al menos yo no me considero humano, solo ando de paso por este mundo. ¿Qué te puede contar Disney? Siempre nos han engañado con irreales historias dulces.
ResponderEliminarBicefalepena: Inmensa tristeza, pesar eterno con el que siempre él vivirá y no estará en paz hasta morir. Suicidio anticipado.
Artistalight: Gracias, después de la tormenta eterna y bella calma. Esperemos algún día llegar a leerla.
Un besazo a cada una.
Escirbamos pues, en lo mientras cada una de nuestras historias.
Éste maestro si que se buscó un pretexto poético para no trabajar el texto, procastinarlo hasta la muerte. Convalidó la pereza.
ResponderEliminarUn tanto como los que se buscan una profesión para nunca trabajar.
No trabajo porque lo mío es ser torero. Pero nunca torean. O ser pintor y nunca pintan.
Algo así como el huevón excelso.
Me agrada tu perspectiva estimado Carlos. Diferentes ángulos o sabores que degustamos cada quien en su lectura. Sea lo que sea siempre me nutro de sus analíticos comentarios por complejos o simples que sean.
ResponderEliminarSupongo que lo mío no es ser escritor. Solo juego a serlo.
Un abrazo.
Me encantó su deseo, el de escribir esas bellas palabras juntos en la futura eternidad...
ResponderEliminarPrecioso Daniel.
Bicos.
Gracias Carmela. Pues esperemos que esa sea la más bella de las historias. Eternidad.
ResponderEliminarUn beso.