Después de tantas manzanas comidas por Blanca, siempre con el mismo resultado, ella nunca imaginó que esta vez no iba a despertar con los dulces labios del príncipe, sino con los apasionados labios de su madrastra... para ser, ahora sí, feliz por siempre.
David Figueroa http://relatosenlinea.blogspot.com/
Qué bonito final... no me extraña que la madrastra estuviera siempre tan enfadada, es que no sabía canalizar su amor.
ResponderEliminarUn abrazo David
Walt Disney, si pudiera leer nuestra página...se habría desmayado! Un relato bicolor :)
ResponderEliminarCon el tiempo le podrás vender los derechos a Disney.
ResponderEliminarEs que algunos/as se empeñan en probar y probar para ver si les llega a gustar lo que no les gusta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Despertó o se murió para siempre? jajaja.
ResponderEliminarMuy original David.
Ana, Artista, Carlos, Micro y Carmela, muchas gracias por los comentarios.
ResponderEliminarBesos y abrazos repartidos.
David.