lunes, 8 de noviembre de 2010

¡Eres mía!

Aquel día me armé de valor y le planté cara. La cogí por las solapas, la zarandeé y le canté las cuarenta.
- No me gustas. Estoy harto. ¡Eres mía y a partir de ahora harás lo que yo quiera!
Desde entonces mi vida y yo nos llevamos mucho mejor. Puede que acabemos siendo amigos.

Puck

6 comentarios:

  1. ...Acabo de zarandear a la mía :) me encantó Puck, veremos que pasa.

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  2. Eso deberíamos hacer todos.
    Nos iría mucho mejor.
    Muy buena entrada. Bicos.

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  3. ¡JAJAJA! Sí, a veces necesitamos zarandear nuestra vida. :]
    ¡mUCHos salUCHos de UCH! :]

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  4. Qué bueno, me gustó esa visión de intentar cambiar la vida que uno lleva, porque está harta de ella, puede que sea verdad que uno sólo necesita zarandearla.
    A veces los cambios son más positivos y están más cercanos de lo que creemos.
    Un abrazo

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  5. Igual que a todos me gustó.
    Hay que lanzarse a vivir con lo mejor que tenemos.

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  6. Artistalight, espero que el movimiento le siente bien

    Carmela, gracias

    Héctor, sí, a veces es una necesidad vital :-)

    Maite, claro, es una manera (que no la única) de provocar cambios

    Carlos, a vivir!!!!

    Saludillos vitales

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