miércoles, 10 de noviembre de 2010

El ladrón


Oímos un gran estruendo en la cocina. Platos que caían al suelo.
Acudimos corriendo. Las cabezas rodaban bajo la mesa, con sus ojos saltones y esos dientes de sierra que intentaban componer la última sonrisa; de los cuerpos no quedaban más que las espinas. El ladrón nos miró con sus ojos verdes, saltó desde la mesa hacia nosotros y escapó entre mis piernas.
¡Maldito gato! ¡Nos ha dejado sin sardinas!

8 comentarios:

  1. Una muestra de la ecuación :
    Tragedia + tiempo= comedia.
    Muy divertido me ha sido enterarme de la maldad de éste gato.

    ResponderEliminar
  2. Es divertido. Sería más sorprendente si evitaras lo de las espinas.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno Purificación, hasta miedo me daba, y luego a sonreir :)

    ResponderEliminar
  4. Te parecio ver a un lindo gatito???

    Jajajajajajajaja. Muy bueno...

    Un saludito.

    ResponderEliminar
  5. Gracias, a todos, lo de las espinas era para dejar una pista antes del final

    ResponderEliminar
  6. Si, esa pista descubre la guinda final antes de tiempo, pero no sé si es mejor dejarla o no... me ha gustado mucho así.
    Mi gato también hizo robos de estos alguna vez!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. !El gato no es malo! Comió lo que estaba a su alcance. Ley de vida jajaja.
    Bicos Puri.

    ResponderEliminar
  8. Hola Puri! Me parece un micro divertido que puede pulirse un poquito más.
    Estoy de acuerdo con el comentario del Microrrelatista. El final que lo hace divertido, se acentuaría si nos imaginamos una obra de terror. Por ejemplo, si en lugar de Ladrón fuera Asesino. Si los dientes no tuvieran calificativo y si las espinas fueran esqueletos. Me parece.
    Saludos!

    ResponderEliminar

Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.