martes, 16 de noviembre de 2010

Concierto #2 en dos sostenido mayor

...Tras el piano y los dedos percutiendo precisos al compás, vuelan los sonidos, dispersándose, enredándose entre los cabellos, saltándo de butaca en butaca por toda la sala.
Al fondo, una pareja, ajena a la lluvia de sonidos se besa, se mira, se toca con los dedos, pulsándose precisos, al compás de su corazón.
En el escenario, el pianista ignorando lo de los besos y tras el piano y los dedos percutiendo precisos al compás, vuelan los sonidos, dispersándose, ahora, más apasionados.

bicefalepena

6 comentarios:

  1. Mezcla intensa la de la pasión y la música.
    Un abrazo.

    P.d. Te llegó mi correo??

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  2. Es que el amor es música :) por cierto, una pregunta, acaso el pianista era leopoldo? :)

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  3. Siento el lapsus en la anterior entrada (El curso de Anamari).
    Ya está corregida. La costumbre de llamar al hijo como al padre de mi pueblo, me jugó una mala pasada...
    Gracias por los comentarios.

    Artistaligh, no creo que tengas nada de light como artista. Evidentemente no se llamaba Leopoldo, pero solamente lo sabía yo hasta que lo corregí...

    Torcuato, ya he leído el correo electrónico. Menos mal que alguien controla esto, sino, con tanto artista con sus mentes en ebullición esto termínaría cayendo por su propio peso. Todos preferimos publicar a leer y comentar...

    Un abrazo

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  4. Leopoldo imposible, pq estaba en ese momento en una agencia de viajes. . .

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  5. Precioso retrato de la retroalimentación que recibe el artista en escena.

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  6. El amor suena a música y la música a amor.
    No hay amor sin melodía.
    Bicos.

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