Estaba inquieto. Tenía el convencimiento de que algo no iba bien, algo se le había pasado. Empezó a repasar mentalmente sus últimos pasos antes de llegar a este punto. Finalmente logró serenarse por un momento. Respiró profundamente. Tomó impulso y despegó. Los coches y los árboles cada vez eran más pequeños. Parecían insectos. ¡Un momento!: eran insectos. Se dirigían hacia él portando un gran cofre lleno de oro y piedras preciosas. Lo defendió hasta que sintió ese sonido. Más y más intenso. Y el dolor de una saeta que entraba una y otra vez. Y ese ruido y ese dolor en las costillas. Y esa voz, primero susurro, espeluznante alarido más tarde.
Abro los ojos. Las siete... se me olvido desconectarlo. Y tú para ya, por favor. No me des más codazos y deja de gritarme, que ya apago el despertador..
Otro domingo que empezamos con mal pie.
bicefalepena
Nuestra mente al irse al subconsciente aflora lo que andamos sin terminar de procesar.
ResponderEliminarComo un licuado libre mental.
Casi podría decir que nuestro stress trae pesadillas y que el cenar algo que contenga queso derretido trae sueños que tienen mucho contenido que parece real.
Dicen que igual da sueños intensos comer mucho rábano.
Cómo me gustó. Mucho. Enhorabuena.
ResponderEliminarEl mundo de los sueños...mágico, extraño...irreal... El despertador y los codazos :S muy reales. me gustó mucho :)
ResponderEliminarEl mundo de los sueños...mágico, extraño...irreal... El despertador y los codazos :S muy reales. me gustó mucho :)
ResponderEliminarSe despierta a uno a besos no a codazos ajajaja.
ResponderEliminarBuena entrada.