martes, 12 de octubre de 2010

EVOLUCIÓN.

Salió de la balsa en que había huído hacia la libertad. Cruzó la playa caminando y sonrió con admiración a cuantos le rodeaban. Como en una epifanía, al verlos a todos se le reveló que cada uno había sobrevivido la época en que tocaban todo el tiempo a Barry Manilow, al igual que él había logrado soportar que lo forzasen a escucharlo día y noche en aquel campamento de tortura de donde huyó aventurándose en la noche tormentosa.

3 comentarios:

  1. ...y me imagino que cantaba: Her name is Lola, Lola Flamenco...copacabana...;)

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  2. Las torturas llegan a ser muy sutiles, creo que aunque te pongan tu canción favorita, oírla una y otra vez sin parar tiene que ser horrible.

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  3. Una gota de agua constante puede ser una verdadera tortura ¡y más sí está demasiado azucarada! :]
    ¡mUCHos salUCHos de UCH AZÚCAR! :]

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