miércoles, 20 de octubre de 2010
SU DON QUIJOTE
Don Quijote se ha despertado al amanecer.
Se ha puesto su camisa, sus vaqueros y zapatillas satisfecho de su gran actuacíón rematada en aquella posada con la Dulcinea de turno, que yacía desnuda en la cama, creyéndole caballero que había luchado con molinos y contrincantes por amor hacia ella.
Se vistió en silencio y sin mirar atrás la ha dejado sin despedirse.
Su personaje se ha quedado entre las sabanas.
La meta conseguida y su ego satisfecho pensaba mientras montaba en su C5 alejándose para siempre.
Dulcinea se ha despertado con el sonido de un motor.
Descubrió que no había existido un tal Don Quijote, ni que había luchado por su amor como un valiente, Sino que era un cobarde que después de conseguirla con engaños se había ido sin despedirse siquiera.
Su único ropaje lo tenía en el alma dolorida, mientras su cuerpo desnudo temblaba de frío.
Se levantó, se vistió y se alejó de aquella posada marcada por el desengaño.
pero qué bonito fue mientras duró, ¿no?
ResponderEliminartotal, hay tantas cosas que son mentira...si al menos te hacen feliz durante un ratillo...
Yo firmo..
Bsos
B.
Super relato, éste quijotesco contemporáneo, aunque más bien resultó parecerse al Tenorio.
ResponderEliminarNadie nos engaña. Nos engañamos. O, al menos, nos dejamos engañar.
ResponderEliminarSupongo que cuando no nos hacen falta Don Quijotes, es cuando puede que aparezcan de verdad.
En cualquier caso, linda tu forma de contarlo.
Un beso de Sancho.
Don Quijote nunca se habría comportado así, debe de tratarse de alguien larguirucho que se le parece.
ResponderEliminarEra su Don Quijote de todos modos, que muchas fantasías hay en el amor...! Un cordiala abrazo
ResponderEliminarElla pensó que era su Don Quijote y con él se fue a la posada "Los Molinos" junto a la carretera. Durante esa noche lo fue, algo es algo.
ResponderEliminarUn abrazo Carmela
Blanca, que no es bonito si está basado en mentiras.
ResponderEliminar¿Para que vivir un momento feliz si después se vuelve pesadilla?
Un biquiño.
Carlos pues sí. Pero no me digas el porqué elegí al Quijote. Quizás por sus herocidades fantasiosas, no sé.
ResponderEliminarUn biquiño mestre.
Kum, no nos dejamos engañar, no es siempre así. A veces nos engañan de verdad, te lo digo por experiencia.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y un biquiño grandote Sancho :)
Tesa, este moderno pues si. Es un pelele del otro.
ResponderEliminarBicos.
Hector, fantasías si, mentiras nop.
ResponderEliminarAins, es que no soporto a la gente que miente, me pone mala.
Bicos fermoso.
Anita, y despertó destrozada... nop.
ResponderEliminarjajajaja. Te digo lo mismo que a Hector, nada de mentiras.
Biquiño guapa.
Sí lo comprendo ahora Carmela. Lo proyectaste. O sea le atribuíste al galán las virtudes quijotescas.
ResponderEliminarMuy bien. Suma.
Carlos... muak :)
ResponderEliminarEl otro Quijote se quedó en la cama, mientras Dulcinea se fue quién sabe con quién-dónde.
ResponderEliminarUn abrazo
Bicefalepena, pos si.
ResponderEliminarBicos.