viernes, 17 de septiembre de 2010

Errante

Tras el "¡quéfelicidad, oscasáis...!", el tío Bernardo se acercó, y se acercó, y lo siguió haciendo durante un buen rato, hasta que me tuvo boca-oreja, y ojo-dentaduraarribayabajo. A mí esta situación no creas que me resultaba muy agradable, pero bueno, al menos los caramelos de menta hacían bien su trabajo y le daban un aire de cura de pueblo con andador incorporado. Me espetó, "para que todo os vaya bien, hijo mío, te debes poner siempre abajo..." Y ya está, con la misma parsimonia, se marchó con viento fresco...

Y ahora yo, soporto las humedades. Ella, las goteras y un gato errante.

bicefalepena

7 comentarios:

  1. Muy buena. Graciosa y gráfica.
    ¡Vaya con el tío Bernardo!
    Un gusto leerla.

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  2. Me has hecho sonreir Bicefalepena, no te preocupes todos tenemos algún Bernardo en la familia.
    Muy buen micro.

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  3. Has agregado ésto a las joyas del surrealismo.

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  4. Los caramelos de menta me han resultado de un gran alivio, y me estaba imaginando su aliento caliente sobre mi oreja, bufffff. Un abrazo.

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  5. Buenísimo, Bicefa. La última frase es magistral, redonda, ferpecta.

    Los que alguna vez han tenido gato, saben de qué hablas.

    Un beso admirado.

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  6. He vuelto por aquí para hacer mi votación. Sí señor, muy buen micro!

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