Procedió a corregir con una nueva edición una serie de barbaridades que había recomendado que cometiésen los lectores de la primera..
Parece ser que su madurez llegó como la de los buenos vinos, lentamente. Pues para cuando reestructuró lo que aconsejaba ya era demasiado tarde ya que la mayoría de sus lectores habían muerto siguiendo sus instrucciones.
Muy bien. Me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Menuda fe de erratas :-s Un abrazo, Carlos
ResponderEliminarAlgo así como lo que nos ocurrió a toda nuestra generación con la influencia de Kerouac que nos convirtió en nómadas, lo cual hasta eso tiene su lado bueno, pero dicen que hubo un libro hace mucho que causó una ola de suicidios de adolescentes por todo Europa.
ResponderEliminarGracias por sus comentarios, abrazos.
En algunos casos el arrepentimiento llega a una fe de erratas tal, que lo que cambia es directamente el nombre de autor
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