Un pescador había enganchado un brilloso pez plateado,y al alzar su caña pasaba un vecino quien le felicitó por el hermoso ejemplar,y al preguntarle acerca del sabor,recibió por respuesta:
---Aquí nunca se sabe hasta probarlos---
Alcancé a escuchar éstas palabras que pronunció el pescador de alcantarilla en la céntrica calle,y no supe más,pues tuve que avanzar cuando el semáforo dió luz verde.
Pues si que están mal las cosas, o bien, porque lo de pescar sin salir de la manzana puede tener sus cosas buenas, salvo que el pez no tenga buen sabor ese día.
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