miércoles, 30 de junio de 2010

Navajazos y Burdeles

Cuando el barbero cerceno de un navajazo certero, la patilla y la oreja a su cliente, este dio un grito estremecedor.
El mismo grito que dio en el burdel Rachel, cuando abrió aquel regalo.



5 comentarios:

  1. Dos imágenes, en distintos escenarios, muy claras.

    Un abrazo

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  2. No termino de pillarlo. Voy a esperar un poco a ver si luego.
    Un abrazo.

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  3. Creo que el cliente lo pasó peor.

    Saludos

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  4. Éste relato me parece evocador de un pasaje de la vida del pintor Van Gogh,quien se cercenó una oreja y fué a obsequiarla a un prostíbulo como resultado de la enfermiza culpa que sentía por haber reñido con su colega Gauguin.
    En ésta mágnífica variante del relato,tiene una lectura espléndida.

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  5. Hola amigos todo apunta hacia aquella leyenda de Van Gogh, quien no ha hecho un sacrificio de amor.
    Un abrazo.

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