Unos paisanos nos alquilan una habitación que es por el momento todo nuestro mundo, sobre todo por las noches, cuando nos recogemos. Aquí, lo que tenemos, incluidas las prohibidas cuchillas de afeitar de papá. La sangre no para de brotar de mis pequeños dedos de tres años en esta habitación oscura, llena de llanto.
Isabel González
Isabel González
Terrible. Ya te lo había leído.
ResponderEliminarUn beso.