Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 13 de junio de 2011

En la ambulancia

Se trasladó al lugar de los hechos, empequeñecido de tristeza.
Habló con los policías que tomaban notas y les rogó a los médicos de la ambulancia que lo dejaran acompañarla en ese último viaje... ¡la había amado tanto!
¡Cuan grande habrá sido la sorpresa cuando lograron reanimarla!
¿El llanto que lo sobrecogió era de felicidad?
Con la mascara de oxigeno en la cara ella lo miró de soslayo y con esfuerzo, levantó el índice para acusarlo.
El llanto se hizo angustia, abrió las puertas de la ambulancia y saltó.

10 comentarios:

Rosa dijo...

Pobre apenado, despues del esfuerzo... Y la muy j... va y no se muere.Jejeje.

Muy bueno.

Saludos desde el aire

Unknown dijo...

Ojalá se haya dado un buen golpe! ja ja.

Beso grandísimo Escarcha

Sandra Montelpare dijo...

Es buenísimo, escarcha!!! si habían sido un roto para un descosido, un jodio, él; una jodida ella jajaj !!! clap clap clap,

EvaBSanZ dijo...

Querido Sr. Muerte , el pecado de besarte es caer rendida , sumisa al placer de ser devorado

Continuidad en el blog, gracias si decides pasar a visitarme y ser un seguidor.

Mi beso

PD: Una historia corta pero con fundamento, me ha gustado mucho.

Maritoñi dijo...

Mejor que salga pitando

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Bajo un tono poco tenso un tema muy serio y real. Me gustó mucho.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

Un relato con buen tono.Saludos.J.R.

Elena Casero dijo...

Buen golpe final.

Me gustó

Unknown dijo...

Es como para verlo como guión de corto contemporáneo.
Incluso aguanta ser estirado a todo un largometraje, basado en la amarga convivencia de éstos seres.

Tonet dijo...

Ayyy¡¡¡¡ espero que se hiciera mucha pupa ...:)
Fantástico¡¡¡

Un abrazo

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.