Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 5 de febrero de 2011

NANINONINONA...


      
       Beatriz Archua, camarera y entusiasta del celuloide, tenía dos principios inquebrantables. No liarse con vates, merced al cual mantenía a raya su impoluto y casto honor, y el uso del corsé dentro del café. Así, cuando algún rapsoda trasnochado y maloliente le miraba los pechos, ella solía despacharlo con una cita prestada de sus heroínas cinematográficas. Esta actitud firme, incompatible con las cosas del querer y señalamiento inequívoco de un resfrío de amor mal curado, pareció desvanecerse un hermoso día de primavera. Y lo que no lograron hasta entonces cientos de miradas, lo logró una simple y humilde metáfora. Tropo que, amén de arrojar al cubo de la basura miedos, principios y corsés, alentó el tocamiento de uno de sus senos. Y que Beatriz, lejos de reprobar, bendijo con un sensual "Tócala otra vez, Sam".


Agustín Martínez Valderrama

7 comentarios:

Caboclo dijo...

Beatriz no sabía con quiénes se la estaba jugando. Menospreciar a poetastros supone, a efectos prácticos, plantearles un reto. El poder de la metáfora es incuestionable.

Unknown dijo...

Preciosa cinefilia culminada por el momento hormonal.

Anita Dinamita dijo...

Me encanta!!! No sé como has podido escribir esto, pero me parece alucinante
Un abrazo

artistalight dijo...

:) mujeres... Excelente Agustín!!

Sandra Montelpare dijo...

el poder oculto de los tropos!! Muy original, Agustín! Me encantó!

Towanda dijo...

Beatriz era ¡mucha Beatriz!... ¡Tocá-me-la otra vez!
Muy bueno, muy, muy, bueno.

Un abrazo.

Rocío Romero dijo...

Je, je, estupendo Agus,
suerte de citas cinematográficas, esta le vino al pelo ;-)
Abrazos

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.