Último escrito del diario íntimo
Me habían dicho que tuviera cuidado, pero no les di pelota. Se comía los bichos, así que lo puse cerca de la luz y me liberó de las moscas, los mosquitos, y las "cotorritas".
Un día empezó a comerle la comida al gato, que me protestaba. Compartieron el plato hasta que el felino desapareció.
Ahora está parado adelante de la puerta, bloqueando la salida. Me mira raro. No creo que me haga nada, pero me da cosa pedirle que se corra.
Autor: Lucas Fulgi
Blog: Be Corta
Ese bicho es un glotón y le has dado mucha cancha...Saludos.
ResponderEliminarEse gato pronto te comera !
ResponderEliminarJo.... que mal futuro...
ResponderEliminarEsos bicho, nunca sabe uno cómo se van a portar.
ResponderEliminarHuir sigue siendo una opción, quizás la más sensata.
ResponderEliminarExcelente relato.
Un abrazo.