sábado, 4 de diciembre de 2010

Metamorfosisland

Al posar esos enormes pies en el suelo Miguel Ratón notó que se había convertido en un dibujo, y además animado. Aunque nadie pareció darse cuenta. Lo único raro eran esas risas que le hacían sombra. No tenía muy claro aún si por sus enormes orejas o por su raro acento.
Los niños pueden llegar a ser muy crueles, solamente es cuestión de tiempo.


bicefalepena

8 comentarios:

  1. Me has dado miedo Bicefalepena, tengo orejas grandes y la verdad es que no siempre estoy demasiado segura del suelo que piso.
    Y si los hay crueles de niños imaginate cuando crecen...

    Buen micro, como ya me tenés acostumbrada.
    Un beso grande grandísimo.

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  2. esto esta muy buena
    me gusto tu blog

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  3. Me ha gustado mucho, Bicefa.
    Un abrazo.

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  4. Lo que sufrimos los orejones nadie lo sabe :) Te comprendo Miguel, deberíamos hacer una asociación :)
    Como siempre...me encanta lo que escribes.

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  5. La observación de los niños crueles, un tanto desvía la realidad en cuanto
    a que más bien son seres sin desarrollo de conciencia al modelo al que fuimos sometidos, quizás finalmente el gran egoísta tenga la razón y se la suprimimos de oficio, y quizás exactamente lo contrario.
    La vida es tan corta que solo unos cuantos privilegiados llegan a comprenderla.

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  6. Me gusta tu originalidad. Genial.
    Bicos.

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