Nunca he sido supersticiosa. En mi vida sólo he tenido dos vicios, uno de ellos, el riesgo.
El mensaje dejaba clara la imposibilidad de no presentarse, así que, me preparé para la que podía ser mi ultima oportunidad. Para la ocasión, zapatos de tacón de aguja, carmín color rubí y pestañas postizas.
Una vez sentada, cerré los ojos y presioné el cañón del revólver contra mi sien.
Sólo fui capaz de recordar a mi madre y cerrar el puño de mi mano izquierda con todas mis fuerzas.
Sólo fui capaz de recordar a mi madre y cerrar el puño de mi mano izquierda con todas mis fuerzas.
El tambor ya había girado sobre su eje aquella noche, así que, la suerte podía colocar en posición de disparo una recámara cargada o no.
Finalmente presioné el gatillo y ante la respuesta del silencio, mordí mis labios y me fui.
Íngrid - Palabras clave
Cuando la suerte es la mala suerte nada más se puede añadir.
ResponderEliminarUn abrazo
Fatal Ingrid. Me dejaste con la intriga.
ResponderEliminarSigo tu blog.
Un beso.
No creo que nunca fuera más esperado el silencio que en ese momento, Me gustó mucho la foma de contarlo :)
ResponderEliminarAl escritor Graham Greene le gustaba la ruleta rusa para recibir sus cargas de adrenalina.
ResponderEliminarNunca me quedó claro que lo tenía tan harto o tan aburrido.
Finalmente todo se torna en el interior de una mente un asunto tan personal, que tendría uno que vivirlo para saberlo.
Tu personaje al final recupera la oportunidad de seguir, y denota que la deseaba por su esmero en arreglarse.
Éstas ruletas siempre resultan un intenso trance.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminardramatico y hermoso
ResponderEliminarMe alegra que el personaje tenga una nueva oportunidad, aunque si uno de sus vicios es el riesgo...
ResponderEliminarSaludos cordiales
Yo ya me he imaginado al personaje volviendo al día siguiente.
ResponderEliminarSaludillos
Bicefalepena,
ResponderEliminarmuchas grácias por el comentario.
besos
Daniel,
un placer tenerte en el blog.
besos
Artistalight,
cierto,el silencio estuvo de su parte.
Grácias por el apoyo.
besos
Carlos,
qué tendran los vicios que cuesta tanto dejarlos?
muchas grácias por comentar.
besos
Javier Domingo,
muchas grácias, me alegro que te gustara.
besos
Patricia,
... lo tiene mal, jeje..
grácias por el comentario.
besos
Puck,
jajajajaja...vuelve, vuelve seguro...
besitos
Pérdida del sentido y valor de la vida.
ResponderEliminarOtra forma mas de las que ya existen.
Bicos y me gustó la forma de narrarlo.
grácias Carmela,
ResponderEliminartienes razón, cuando se pierde el valor por algo, arriesgarlo no significa nada.
besitos
Si esa suerte no es recuperada al ritmo de los acontecimientos, de nada habrá servido apostar.
ResponderEliminarMe gusta tu blog.
Un abrazo, Ingrid.