viernes, 1 de octubre de 2010

Último viaje

Entonces es martes, seguro, por lógica. Hace años que despierto dudando, siempre he de recapitular. Eso es debido a que mi vida se ha vuelto muy monótona. Ayer fue lunes, entonces ya está, hoy me obligan a irme. Me lo dijeron bien claro: “No olvides que el martes es el día”. No soporto a esos tipos y creo que ellos a mi tampoco. Salvo a la chica, la rubita de ojos claros. ¿Es sicóloga? Ella es la única que me escucha crédula y atenta. Para los demás, incluso para el cura, es solo rutina. ¡En fin! Espero que la silla sea cómoda.

Torcuato González Toval

5 comentarios:

  1. Y los demás ¿quién sabe si un lunes o un jueves...?

    Mejor un domingo, sin testigos y mirando al mar

    Buen microrrelato, Torcuato.

    Saludos

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  2. Me despierta la curiosidad la rubita de ojos claros...¿vino un ángel a darle consuelo antes de ser linchado? Pobre, si con los cantazos eléctricos apenas sentira la silla...bueno, bueno. Un cordial abrazo, Torcuato.

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  3. La silla será cómoda en cuanto dejen la electricidad, qué triste monotonía has reflejado Torcuato.
    Un abrazo libre

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  4. Muy bueno Torcuato! Muy bien puesto el cura ahí. Y el título despeja cualquier duda. Me gustó mucho!
    Saludos!

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  5. Debe ser una experiencia inolvidable.

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