La señora Bernécholes leyó la carta que le enviaron los laboratorios que habían causado la muerte de su esposo durante un experimento en el cual fué catapultado a cincuenta metros de altura después de ser inyectado con un fármaco experimental para la presión sanguínea.
Establecían que su esposo había firmado una exención de responsabilidades, y que a pesar de no poderle idemnizar por su fallecimiento, le enviaban el cheque de cien mil euros porque el video de su esposo al surcar el aire le había logrado el premio a la cara más chistosa del año que otorgaba la estación de televisión al de dicho rostro.
Que además reconocían el sacrificio de su esposo en aras de la ciencia nombrando al nuevo fármaco, la Bernecholina, ahora ya con ajustes probados por cien sujetos sobrevivientes a la misma prueba.
Anastasia Bernécholes limpió sus lágrimas con el pañuelo, pero su llanto no era causado por la carta, sino porque en ése mismo momento estaba en la tele la cara que hizo Baldomero al ir en vuelo, y ésta si que provocaba llorar de risa.
Hay querido amigo, esto esta estupendamente bien hilvanado para mis neuronitas, que lo disfrutaron plenamente.
ResponderEliminarRecibe un inmenso cariño!!!!!!
Excelente humor negro. Le gustaría al maravilloso Rafael Azcona, a Berlanga, a Fernán Gómez, a Gila y a toda la tropa de La Codorniz.
ResponderEliminar¡Qué cruel! Hasta las situaciones más tristes pueden llegar a provcar reir. Es todo cuestión de cómo te pille.
ResponderEliminarSaludos
Durísimo micro Carlos. Hacia esta absurda, barata crueldad navegamos
ResponderEliminarGracias a todos por comentar, aunque inmerecidas las comparaciones que amablemente me dá el Dr.Krapp con ilustres de la comedia, no deja el humor que sea de tener algo oscuro en que nuestra risa salta del mal ajeno, cuando se llega a trabajar para crear comedia en algún medio profesional siempre se alcanza algún punto de hastío en que uno maldice la comedia clamando internamente con furia, ¿Y para qué quieren reír? ¡Que maldad!
ResponderEliminarPero supongo que es parte del encanto perdido que contiene hacer algo por obligación y no por gusto.
Por éso nos refresca cuando vemos a los más grandes comediantes que cargan con la burla sobre su propia persona.Como Woody, como Conan O'Brien y otros. Aunque la comedia explora misterios del humor tan profundos que aparece alguien como Don Rickles que insulta a todo el público y están ansiando los espectadores ser su presa. Definitivamente que ésta forma de expresión está llena de sorpresas y es indefinible e incatalogable en toda su extensión.
¡Bravo!
ResponderEliminarJoer Carlos. He tardado 10 minutos en recuperarme de la risa para poder ponerte el comentario. El micro se merece un diez que ya te he puesto. Es más, ya la primera larga frase se merece ese diez.
ResponderEliminarNo es la primera vez que te digo como me gusta la forma de moverte por el humor.
Un aplauso.
Buenísimo...de principio a fin, vaya con el señor Bernécholes :)
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