Desde la puerta de cristal que dá al jardín Bonifacio contemplaba a su perro agachándose en posición de yoga para defecar sobre el jardín. Lo que le impactaba más de ésta imagen era la seriedad que el can imprimía a su expresion facial al llevar a cabo éste acto excretorio, siendo que el consideraba éstas funciones de la naturaleza como de alto valor humorístico. Mantuvo igualmente una actitud adusta para no ofender a su mascota, aunque llevaba la risa por dentro al recordar que en algunos pueblos llamaban a ésto : "hacer del cuerpo".
Y por otros lugares le llaman hacer la criolla, enviar un fax, confesarse...y también, siendo un acto tan sublime, dice el refran que al serio lo agarron ca..."
ResponderEliminarUn abrazo
Plantar un pino, para la colección...
ResponderEliminarEs más bien hacer de cuerpo, en el caso del can yoguero, hacer del cuerpo un nudo...
Muy divertido.
Un saludo
De pequeña, en el colegio si veíamos a un perro haciendo del cuerpo, uníamos los índices de nuestras manos y se supone que éso evitaría que pudieran hacerlo, no sé si resultaba...pero como ellos son tan teatrales para sus necesidades, al menos parecía que les costaba, y éso nos regocijaba...en fin. Gracias Carlos, muy divertido tu relato :)
ResponderEliminarLo que me echaba para atrás en tener un perro, era recoger sus cacas.
ResponderEliminarMe compré un mastín :)
Muy bueno Carlos.
o hacer de vientre.
ResponderEliminarTambién está el refrán, no sólo aplicable a perros: "Cuando veas un perro cagar, no lo dejes terminar.
Un abrazo.