viernes, 8 de octubre de 2010

Batalla

-Las bombas de protones tienden a permanecer activas. Por eso debemos desactivarlas cada veinticuatro horas. Y así logramos que el ácido clorhídrico no salga de su cápsula y haga estragos en las paredes nuevamente. De hecho, la grieta más importante, ya está prácticamente cerrada. En catorce días volveremos a hacer una inspección y si confirmamos que el campo de trabajo se ha neutralizado, entonces atacaremos al enemigo con la artillería pesada. Aunque haya que tomar decisiones drásticas, tenemos que asegurarnos la muerte del Helycobacter pílori, me comprende?
-Comprendo. Haré lo que tenga que hacer, con tal de evitar el quirófano doctor. Le tengo fobia a las agujas.



Claudia Sánchez

7 comentarios:

  1. Erudición médica convertida en guerra. Ja, ja.
    Un beso.

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  2. Ufff, yo creo que tengo esa bacteria dentro también...
    Gracias por añadirle literatura a mis dolores de estómago :)

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  3. me he puesto mala nada mas de leerlo jajaja,
    es muy bueno

    saludos

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  4. Si hay una tarea difícil es sumarle humor a la erución (real o inventada) y vos lo has logrado maravillosamente.
    Un abrazo

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  5. Así deberían de inventar alguna bomba que cure las muelas y salvarlo a uno del dentista,pero en vez de gastar en ésto lo hacen en colonizar el espacio. Algo saben que nosotros ignoramos.

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  6. Qué bueno Claudia, jamás hubiera imaginado describir el tratamiento de una úlcera de esta manera, jajaja, genial. Un beso.

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  7. En el fondo todos somos obedientes, si nos dan un motivo para serlo...

    Bonito cuento de terror.

    Un abrazo

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