El dictador se encontraba en estado de coma. Su séquito esperaba el final acompañado de todos los medios de comunicación. Llegó el nietecito a besarle de despedida y todas las cámaras se enfocaron para captar éste tierno momento. El pequeñin abrazó al abuelo y para sorpresa de todos éste estalló en carcajadas debido a las cosquillas.
El taxidermista vió furioso como se le iba de las manos la asignatura y además las botas que había planeado elaborar con la piel de la espalda del viejo para luego venderlas por internet.
Revivió??? ...deberían poner preso al nieto!!
ResponderEliminarEste tipo de gente está mejor en punto final que en coma, mucho mejor. Dictador y taxidermista...
ResponderEliminarUn abrazo
Je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.